Colombia lleva 15 años sin avanzar en el la legislación del aborto. Pero su gente, sí ha estado cambiando y cada vez están más informados y son más exigentes con su gobierno. Colombia avanza, y se coloca dentro de los países más desarrollados de América latina; pero el avance tiene que ser horizontal, y significar mayores libertades y garantías para todes.
Ella decide
Hace aproximadamente un año, Colombia vio revivir el debate del aborto a través de sus medios. El tema de interrumpir un embarazo, se volvió tan polémico como siempre, pero esta vez tenía caras y nombres. La historia de una mujer que luchó para abortar a los siete meses de gestación resonó con fuerza tanto para lxs que la apoyaban, como para lxs que no. Pero lamentablemente, la historia de ´´el desesperado joven que desea ser padre´´, sonó aún más y recibió más atención. Este joven, el progenitor, levantó la voz de los grupos ´´pro vida´´ afirmando que él también tenía derecho a decidir sobre su paternidad. En medio de demandas, se comprobó que el embarazo significaba un riesgo para la salud de la madre, una de las tres causales permitidas para abortar en Colombia. Y aún con la oposición y la burocracia encima, la mujer recibió ayuda de Profamilia para ejercer su derecho constitucional y logró abortar.
Aunque en esta ocasión, la mujer tuvo la posibilidad de decidir sobre su cuerpo, existen muchos casos dónde el desenlace es muy diferente. Puede ser tan recurrente como los hijos no deseados; como trágico, al llevar a una mujer a la muerte por abortos clandestinos inseguros. La atención mediática del caso no solamente ayudó a vislumbrar que la sociedad colombiana aún no acepta el aborto, sino que también sacó a relucir el machismo que todavía regla en Latinoamérica. Y es que además de que la historia debió ser solo de ella, debió haber sido privada. El cuerpo es de la mujer, y aunque el hombre sea necesario para procrear, la decisión debe recaer en la gestante. Y es que, si las cuestiones fisiológicas que exigen tanto al cuerpo de la mujer durante 9 meses no fueran suficiente razón para tener autoridad, está comprobado que son las madres, en su mayoría, quienes se hacen responsables de los hijxs y los padres son más propensos a abandonar. De hecho, en un estudio por el Mapa Mundial de la Familia Colombia resultó ser el país con mayor cantidad de niñxs que viven sin ambos padres. El 84% son niños hijos de madres solteras que viven sin el padre y las regulaciones alrededor del mundo para obligar a un hombre a cumplir con su paternidad son nulas, o exclusivamente económicas.
Tres Causas Legales
Desde el 2006 los derechos reproductivos se acercaron al derecho constitucional de Colombia, legalizando el aborto por tres causales: violación, malformación del feto o riesgo de vida para la madre. Pero desde entonces hasta hoy en día, no ha habido ningún cambio. Solamente si se clasifica dentro de estas tres razones, un aborto es legal y es importante mencionar que los procesos para definir y aprobar que tu aborto entra dentro de las causales suelen ser muy tardados y poco accesibles. Pero si no procedes por las vías establecidas, el artículo 122 del Código Penal establece que aquella mujer que cause su aborto o permita que otra persona se lo realice, tendrá una pena privativa de la libertad de uno a tres años. En el 2020 un magistrado planteó una ponencia para legalizar el aborto hasta las 16 semanas por cualquier razón pero fue abruptamente rechazado. Pero la lucha sigue y aunque no es tan replicada como en otros países de Latinoamérica, las mujeres a favor de la decisión no se rinden. Hace unos días se hizo una petición a la Corte Constitucional para que la próxima vez que se debata su legislación se haga de manera pública, para así impulsar una decisión democrática.
Aborto solo para algunxs
Por supuesto que los parámetros actuales del aborto permitido en el país no son suficientes. Se estima que los abortos legales que cumplen con todo el procedimiento no cubren ni siquiera entre el 1-9% de los 400.412 procedimientos estimados por año. Las condiciones presentadas para las mujeres que quieren abortar son engañosas y otra vez, son solo las personas con mejores condiciones económicas, de movilidad e información, las que pueden hacerlo. El que este mínimo sector privilegiado de la población sí pueda acceder al aborto, le resta importancia a su legislación total, hace que el debate sea ´´innecesario´´ a los ojos de quien lo ve por encima. Son muy pocas las entidades de Colombia y de hecho, del mundo, que hacen un estudio interseccional para vislumbrar que suelen ser las mujeres de zonas rurales o de baja condición económica las que menos pueden acceder a un aborto seguro. Como suele pasar en Latinoamérica, el establecimiento de leyes restrictivas, únicamente provoca prácticas permisivas; que además, al ser abortos clandestinos, no suelen ser seguros y podrían hasta terminar con la vida de lx gestante.
Justicia joven
Por último, una de las muchas cifras impactantes que muestran la poca efectividad de criminalizar el aborto es realmente indignante. El mayor número de mujeres judicializadas son jóvenes entre 5 y 16 años. Aproximadamente, el 75% de los casos del 2020 ocurrieron en niñas y mujeres de 10 a 24 años. Además, hay 37 casos que corresponden a niñas menores de 14 años, y al menos tres casos de niñas entre los once y los doce años denunciadas por aborto, a pesar de que por su edad se presume que hubo violación y por lo tanto tenían derecho a realizarlo de manera legal. No es justo que un país establezca leyes sin regulaciones solo para que después no ejerza su jurisdicción. Una niña no puede consentir una relación sexual, por tanto es una violación por la que debería poder abortar sin ser juzgada. No es justo que por salir a tomar unas polas o por salir de rumba, el Estado quiera negar tus derechos. Colombia debe tomar las riendas de su justicia no solo para cumplir con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, si no por el simple hecho de proteger a sus mujeres.
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Maggie Riquelme
